domingo, 14 de febrero de 2010

Factores de riesgo y de protección en psicopatologia del desarrollo

FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN EN PSICOPATOLOGIA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES.

1.-El marco teórico de la psicopatología del niño y del adolescente
En los últimos años se viene consolidando una línea de investigación y un modelo teórico denominado psicopatología del desarrollo o psicopatología evolutiva: Cicchetti y Cohen, 1995 a, 1995 b,; Cicchetti y Rogosh, 2002).
La ideas fundamentales podrían resumir así.
- El desarrollo infanto-juvenil se caracteriza principalmente por el cambio, cambio que está presente en el desarrollo normal como en el desarrollo anormal.
- La conducta normal y la anormal no son estados diferenciados o fenómenos dicotómicos, sino la expresión de las múltiples diferencias posibles del desarrollo: variaciones dentro de un continuo de rasgos o características.
- La noción de “variaciones normales del desarrollo” se deriva de dos componentes: 1) La infinidad de factores que intervienen en el desarrollo normal abocan necesariamente a la variabilidad de los individuos. 2) Existen síntomas, conflictos de carácter transitorio, conflictos del desarrollo, que sólo desde una visión global y en perspectiva temporal permiten diferenciar las variaciones de la norma de lo patológico (Achenbach 1990). Los psicólogos y los psiquiatras infantiles y juveniles intervienen muchas veces por presiones del medio familiar, social y escolar en casos no patológicos, sino en variaciones normales del desarrollo, a veces para prevenir la posible evolución negativa de ciertos comportamientos. Existen síntomas triviales desde el punto de psicopatológico que preocupan a los padres y llevan a intervenciones profesionales innecesarias, cuando lo verdaderamente problemático en ocasiones sería más la ausencia de ciertos síntomas que su presencia.
- La norma es un valor vital subjetivo y no objetivo. Objetivamente sólo se pueden medir diferencias de comportamientos (cuantitativas y cualitativas) sin determinar si son patológicos o no.
- La persona normal tiene tantos problemas personales, conflictos y dificultades internas y externas como la mayoría de la gente. Pero a diferencia del sujeto con trastornos, consigue manejarlos y adaptarse a sí mismos y a los demás, sin encerrarse en una prisión narcisista, ni hacerse rechazar por los demás. Puede tener divergencias en las relaciones con los demás.
- El desarrollo anormal ha de entenderse dentro del marco general de la persona y su entorno. El desarrollo normal en abstracto no existe: la normalidad es una creación dentro una condiciones, de unas adquisiciones y de unas posibilidades (Ajuriaguerra). La persona problemática sería aquella que se viera incapacitada para modificarse según las demandas del medio y/o para modificar al medio para obtener un mejor ajuste con él.
- Las conductas desviadas y los trastornos no son exactamente lo contrario del desarrollo normal. Los procesos que llevan al desarrollo anormal no son necesariamente los contrarios que los que llevan al desarrollo normal. Son factores organizados peculiarmente y mecanismos subyacente que favorecen el desarrollo normal o que expresan un desarrollo anormal.
- El desarrollo patológico está en aquellas conductas que obstaculizan el desarrollo normal, en las conductas repetitivas incorrectas, porque resultan ser defensas rígidas que impiden el avance.
-
Stroufe y Rutter (1984) describieron así la psicopatología evolutiva:
“El estudio de los orígenes y el curso de los patrones individuales de desadaptación conductual, cualquiera que sea el comienzo, las causas o transformaciones de su manifestación en la conducta, y cualquiera que sea el curso del patrón evolutivo”(p.18).

El objeto de la psicopatología evolutiva es:
- Cómo se produce la integración de los sistemas biológicos, psicológicos y sociales, para comprender mejor los procesos de adaptación y desadaptación.
- Esclarecer cuáles son los procesos del desarrollo subyacente a todos los ámbitos del funcionamiento.
Desde una perspectiva organizacional y transaccional:
NORMALIDAD: es la integración exitosa de las competencias biológicas, socioeconómicas, cognitivas y representacionales que dan lugar a una adaptación momentánea y futura.
PATOLOGÍA: La falta de integración entre dichos ámbitos o como el desarrollo de un patrón de conducta que es rígido y que conduce a una desadaptación futura.

(Buendía, p- 31).

LA ADAPTACIÓN es el resultado de la capacidad de afrontamiento, la disponibilidad de recursos sociales y el grado de amenaza que conlleve la situación ambiental. La adaptación tiene lugar cuando se logra un equilibrio o ajuste entre las capacidades del individuo y la intensidad de la situación.

Desde la perspectiva evolutiva de la psicopatología, los TRASTORNOS se entienden como el resultado de la interacción de factores del sujeto y de factores del contexto, que es probable que debiliten la capacidad del individuo para afrontar los problemas de la vida
Desde esta perspectiva organizacional se entienden los conceptos de vulnerabilidad y los mecanismos de protección del sujeto. También se entiende mejor la presencia de ciertos factores de riesgo, no como elementos aislados, sino en interacción con el individuo.

Características de la psicopatología evolutiva de niños y adolescentes.

*En comparación con el adulto, lo llamativo del niño y del adolescentes son los cambios, a menudo rápidos.
Los mismos sucesos estresantes tienen repercusiones diferentes según el nivel de organización e integración de los distintos ámbitos de desarrollo psicológico y biológico. Por ello los sucesos tendrán diferente significado y diferente efecto patológico según la naturaleza de la experiencia y el momento en que ocurran:
• No es lo mismo que se viva un suceso como algo esperado o algo inesperado.
• Que afecte sólo al sujeto o también a su familia, a otros menores significativos para él ( padres, hermanos, amigos).
• Que sea algo inevitable o evitable.
• Que se sienta culpable o no.
• Que afecte a su integración personal, o social , o a ambas.

Determinados signos de conflictos a determinada edad pueden dejar de serlo a otra. Se podría decir que una organización psicopatológica en el niño también es cambiante, no inmutable. Si la personalidad es inmadura y cambia por propia definición de la infancia, los trastornos de personalidad también cambiarán. La sintomatología de los sujetos inmaduros es demasiado inestable para poder fundamentar la evaluación sin riesgos de equivocación.
* Los problemas que afectan a los niños no son fenómenos autónomos, “cosas del niño”, sino que están en relación con factores del medio, familiares, escolares, sociales, tanto en el origen como en la evolución. Por ejemplo, la estigmatización de las denominaciones de los trastornos, los juicios, actitudes y expectativas del entorno hacia el niño con problemas contribuyen en unos casos a su agravamiento o a su posible solución. De acuerdo con Wendel (1981) El origen y la evolución de los trastornos en la infancia son fundamentalmente interactivos, no son la consecuencia de hechos aislados, puntuales, fijos; en consecuencia el perfil del niño con dificultades o trastornos psicológicos será un perfil no definitivo, no estable, sino variable según se vayan modificando las relaciones del sujeto con su entorno. En definitiva, los trastornos y los déficit no constituyen categorías con perfiles clínicos estables, sino que estos dependen sobretodo de las respuestas y atenciones que obtienen.
* No existe una causa única, por muy importante que sea, que explique suficientemente el estado actual del individuo y sus posibilidades de evolución y de educación.
*Las consecuencias de determinadas enfermedades, de alteraciones del sistema nervioso, de exposición a situaciones traumáticas y estresantes es distinta según la edad, el estado de funcionamiento conjunto y las posibilidades de compensación o superación: trastornos funcionales, trastornos de la personalidad, detención temprana, incapacidad adquisitiva, trastornos más o menos graves del desarrollo. Tener en cuenta la edad y las fases del desarrollo en la que se encuentra el sujeto es fundamental para entender el trastorno, su severidad, sus consecuencias. Es en la historia del individuo y en su contexto donde se encuentran las claves del funcionamiento actual: Una visión multifactorial, histórica, global, interna y externa, abierta a todas las modificaciones , revisiones y aportaciones posibles.
* En el desarrollo infantil y adolescente se producen inevitables crisis y conflictos, y el menor recurre a ciertos síntomas para hacerlos frente. La presencia de una sintomatología no es suficiente para distinguir el desarrollo normal de la patología, ya que ciertos síntomas constituyen parte del desarrollo de todo niño: una crisis, un conflicto puede preparar al niño para desarrollar mejor una aptitud o, por el contrario para manifestar una debilidad de funcionamiento psíquico.
En consecuencia más que fijarse en los conflictos o en los síntomas para determinar un estado psicopatológico, en psicopatología infantil lo importante es fijarse en el pronóstico, determinar el potencial de aprendizaje y desarrollo si el sujeto cuenta con los medios adecuados: Todo aquello que obstaculiza y lentifica o provoca una regresión duradera en el desarrollo psíquico con mayor intensidad será lo más patológico, aunque se trate de una manifestación silenciosa o poco destacada; todo lo que respete mejor el desarrollo será considerado como una variación de la norma, aunque se trate de manifestaciones muy llamativas. El pronóstico lleva a la prevención y a la intervención temprana.
* Las experiencias tempranas, positivas y negativas, son importantes y las huellas biológicas y psicológicas que producen explicarían las diferencias interpersonales en la manera de afrontar el estrés y el riesgo a lo largo de la vida. Pero como dice Cyrulnick. Una infancia infeliz no determina toda la existencia. Lo que ocurre en la infancia es importante pero no irreversible. Siempre se producen cambios, algunos son más costosos que otros. Los cambios en los que participa activamente el sujeto son más probables.

Hay algunas consideraciones generales del desarrollo que conviene recordar:
- El desarrollo psicológico es el resultado exitoso o la capacidad para realizar un número determinado de tareas relevantes para cada edad o etapa. Así puede establecerse una imagen jerárquica de la adaptación, en donde la resolución de satisfactoria de una cuestión relevante en un estadio temprano aumenta la probabilidad de una adaptación exitosa posterior (Lemos, S. 2003). De la misma manera un fracaso en las tareas relevantes en un estadio encaminaría el curso ontogénico hacia la desadaptación e incompetencia. Esta idea va de acuerdo con la idea de la continuidad del desarrollo. Lo de ahora condiciona lo de después, sobre todo a lo inmediatamente después. No hay saltos en el vacío.
- Aunque una adaptación temprana es un buen indicador de una adaptación posterior, existe también la posibilidad de divergencia y discontinuidad, sobre todo en un ser en desarrollo, en cambio, en interacción constante con el medio (Epigénesis probabilística).
- Los logros alcanzados en cada etapa no son adquisiciones permanentes para ningún niño: La regresión transitoria. La regresión en situaciones de tensión es un mecanismo normal derivado de la flexibilidad del individuo. Es útil como respuesta a la situación difícil y como intento de adaptación a la misma. “retrasarse para coger velocidad y saltar mejor”. Las regresiones duraderas entorpecen el desarrollo y la salud mental.
- Los niveles anteriores raramente desaparecen sin dejar rastros visibles.
- Desde el punto de vista evolutivo también es importante tener en cuenta la existencia de los “períodos sensibles del desarrollo”: transformaciones limitadas en el tiempo y cambios genéticamente programados (Bornstein, 1989). Los periodos sensibles son como ventanas ene l tiempo, durante las cuales resulta aumentada la sensibilidad de los sistemas evolutivos a las experiencias ambientales.
- La persona tiene un papel activo en el desarrollo. Los factores biológicos influyen poderosamente, así como el contexto y la educación. Pero el propio sujeto en la forma de asimilar la experiencia, de evaluar los estímulos del entorno, en observar y captar mejor unos datos que otros ejerce una influencia sobre sí mismo, más allá que el influjo de otras variables. El desarrollo del niño no es el resultado de fuerzas externas ni internas que determinan su futuro, cuando estas si son importantes.
- Al mismo tiempo los niños con posibilidades favorables para el desarrollo normal son aquellos que se enfrentan de manera activa a las dificultades por medio de la comprensión, la intelectualización, el cambio de ambiente, el cambio de las circunstancias desfavorables, los que tratan de dominar la situación en vez de retirarse.( A. Freud, 1971).
- Los principios explicativos causa efecto no son siempre evidentes ni satisfactorios. En psicopatología evolutiva es necesario a veces recurrir a datos no experimentales para la construcción de explicaciones causales de fenómenos evolutivos a largo plazo y tener en cuenta procedimientos sistemáticos y salvaguardias para analizar minuciosamente el frágil tejido de la causalidad. En psicopatología evolutiva se recurre a los modelos estructurales de ecuaciones para evaluar sistemáticamente la relación entre datos y las estructuras causales e hipotéticas de variables ( Baltes, P.B., Reese, H.W. y Nesselroades, J.R. 1981
- El significado de la experiencia.

LA INFLUENCIA DEL CONTEXTO EN PSICOPATOLOGÍA
La salud mental no se produce necesariamente en un contexto normal. La enfermedad mental no se produce necesariamente en un contexto desfavorecido.
Partiendo generalmente de resultados estadísticos, existen numerosos estudios coincidentes al afirmar las relaciones “causales” entre determinados entornos desfavorecidos, de miseria y pobreza (variables macrosociales) y alteraciones del desarrollo, del lenguaje, de la inteligencia y de la adaptación social, entre otros. Asimismo a partir de los estudios de Spitz sobre el hospitalismo y Bowlby, sobre la vinculación afectiva, y determinados trastornos psicológicos.
Pero al mismo tiempo la relación causal entre factores ambientales específicos y trastornos psicológicos específicos no siempre se cumple ni en la misma dirección.
- Hay sujetos resistentes que evolucionan con normalidad en contexto desfavorecidos.
- Contextos específicos dan lugar a diferentes manifestaciones disfuncionales: Fenómeno de Multifinalidad.
- Un mismo trastorno específico parece guardar relación funcional con antecedentes ambientales notablemente diferentes. Fenómeno de Equifinalidad.
Para compensar estas dificultades metodológicas en psicopatología se ha considerado el contexto en dos dimensiones .
- El contexto en el origen de los trastornos.
- El contexto en el mantenimiento y evolución de los mismos (Steinberg y Avenevoli, 2000).

El contexto como provocador de trastornos.

La causalidad del contexto en los trastornos psicológicos no es uniforme ni constante. Muchos de los influenciados por el mismo contexto (hermanos, vecinos, coetáneos) no son afectados psicológicamente. La razón reside en el hecho de que el contexto desfavorable no actúa directamente sobre el sujeto, que este no es pasivo ante el medio, incluso desde las primeras etapas del desarrollo. Por ejemplo el temperamento. Se podría estimar que ciertos temperamentos son más vulnerables que otros al impacto negativo del medio ambiente.
La psicología de las diferencias individuales señala perfiles psicológicos en niños y niñas. Las mujeres tienden a puntuar más alto en las escalas de ansiedad y neuroticismo y los varones lo hacen agresividad y búsqueda de sensaciones. Existen muchas evidencias de las diferencias intersexuales en la psicopatología infantil y del adulto. En las mujeres aparecen más los trastornos de tipo internalizante y en los varones los trastornos externalizantes.
Estas diferencias se han encontrado en contextos socioculturales muy distintos y ante situaciones estresantes distintas. Suponen la existencia de factores constitucionales que intervienen en las relaciones intrafamiliares y en la educación.
Zuckerman (1999) señala la existencia de un marcador biológico: El bajo nivel de enzima MAO-B en las personas que son muy propensas a la búsqueda de sensaciones , así como en alcohólicos, drogadictos, psicópatas y criminales; y en varones, en comparación con mujeres y a cualquier edad. El MAO-B es un factor que varía poco con la experiencia.
Los contextos desfavorecidos, a nivel macrosocial y microsocial, tienen en común la posibilidad de generar ansiedad, estrés, que provocan respuestas psicofisiológicas diferentes (Rosenthal, 1970). Las diferencias en las respuestas al estrés pueden estar determinadas constitucionalmente y adquiridas en las primeras fases del desarrollo, durante las cuales la plasticidad del cerebro es mayor, determinando la orientación o predisposición hacia un tipo u otro de psicopatología. Eso explicaría por qué experiencias traumáticas similares en los primeros años de vida, o un ambiente familiar desestructurado, pueden provocar reacciones de ansiedad y depresión en unos individuos, mientras que experiencias similares producen, en otros, trastornos de conducta o agresividad, dependiendo de la disposición biológica individual. Al mismo tiempo muchas personas logran adaptarse y no desarrollan psicopatología alguna en esos mismos ambientes desestructurados o generadores de estrés.
(VER CAPITULO DE ESTRÉS EN LA INFANCIA)
También se ha señalado que los problemas de impulsividad y los trastornos de conducta son más probables cuando la exposición a estresores tiene lugar en el período evolutivo en el que el córtex cerebral prefrontal es muy plástico. y que la predisposición a la depresión resulta con mayor probabilidad de la exposición al estrés mientras el área prefrontal derecha del córtex es especialmente maleable ( Davidson, 1994; Nelson y Bloom, 1997; Schore, 1997) Si esto es así, puede concluirse que las diferencias básicas en la psicopatología dependen de las regiones o circuitos del cerebro que resulten más afectados, o bien de predisposiciones genéticas que dan lugar a respuestas psicobiológicas concretas.
El contexto como modulador de trastornos
Frente a la hipótesis del ambiente especifico como productor de trastornos psicológicos específicos parece más consistente la hipótesis de la especificidad del contexto en la evolución de los trastornos psicológicos. Ambientes específicos mantienen, aumentan y disminuyen la psicopatología, pero una vez que esta se ha manifestado.
El contexto puede aumentar o disminuir la probabilidad y la frecuencia de un determinado patrón disfuncional de conducta. Por ejemplo, haber vivido una experiencia traumática o una infancia en un medio familiar desestructurado no causa necesariamente el trastorno de ansiedad o la conducta antisocial sino que, cuando ya existen dichas conductas, permite la expresión de cualquiera de estos trastornos y contribuye a cristalizarlos .Los niños con trastornos de conducta tienden a manifestar conductas que contribuyen a generar más ansiedad, relaciones conflictivas y aumento de los trastornos propios ( se juntan con otros chicos conflictivos, p.e)
En determinados problemas o trastornos de origen genético o biológico claramente definidos, el ambiente tiene también influencia en la evolución: autismo, hiperactividad (¿), síndrome de Down. Eso no quiere decir que exista una relación directa entre causas y resultados, entre el origen y la evolución real del caso.
Lo importante ahora es investigar cómo las personas perciben y experimentan el estrés y cuál es el factor mediador de los rasgos de la personalidad en el estrés percibido.
Así mismo es importante conocer mejor los mecanismos ambientales que atenúan o incrementan predisposiciones o conductas desadaptadas ya existentes.

EL RIESGO Y LA VULNERABILIDAD
Riesgo y la compensación son la dimensión ambiental: factores externos al individuo
Vulnerabilidad y protección son la dimensión endógena: características internas.
Los psicopatólogos de orientación evolutiva están interesados en el estudio tanto de los niños que presentan características que confieren clara predisposición (vulnerables) a desarrollar trastornos psicológicos y que no los desarrollan (resilientes) como de aquellos que llegan a manifestarlos. El interés está en los mecanismos de riesgo y de compensación, y en sus relaciones dinámicas, así como el contexto cultural en el se producen, más que en los factores aislados. No obstante, con un fin didáctico analizaremos algunos de los factores de riesgo y de protección aisladamente.
El enfoque sobre el RIESGO parte de la constatación de que determinados contextos (factores externos) incrementan la frecuencia de determinadas alteraciones psicopatológicas en niños y adolescentes. Es ésta una evidencia estadística que no siempre tiene una evidencia causal. Existen ciertas situaciones que de manera consistente facilitan la aparición de trastornos psicopatológicos en niños y adolescentes. Pero no está clara la relación entre factores de riesgo y trastornos psicopatológicos, ni cuáles son las variables moduladoras para ciertos factores que condicionan negativamente en unos casos, que desencadenan una patología y por qué en otros casos eso no ocurre.
Existen diferentes modelos explicativos de las conductas desadaptadas y de la patología mental. Hoy en día se piensa en modelos bio-psico-sociales, en modelos interdisciplinares e interactivos.
Los modelos del desarrollo del individuo se pueden considerar en términos generales como el resultado del desajuste entre las necesidades del sujeto (niño, adolescente, adulto) y las oportunidades que le proporciona el medio social: Cuando las condiciones del medio no permiten un adecuado desarrollo y satisfacción de las necesidades individuales, y también cuando las expectativas y las demandas del medio son superiores a las capacidades evolutivas del individuo.
RIESGO: Es la exposición a circunstancias que acumulan la probabilidad de manifestar algún comportamiento desviado: determinadas condiciones familiares, sociales, económicas, culturales. El riesgo se refiere a factores ambientales: pobreza, ambiente familiar conflictivo). El riesgo habla de la probabilidad de un trastorno, variables correlacionales o descriptivas, no de los mecanismos mediante los cuales estos se instauran o manifiestan.
VULNERABILIDAD:
La vulnerabilidad se refiere a ciertas características del individuo por las cuales ciertos factores de riesgo influyen en conductas más inadecuada e inadaptadas que a otras personas. Sin embargo vulnerabilidad y conductas desadaptadas no son sinónimos.
La vulnerabilidad se refiere a una organización precaria de los aspectos bio-psico-sociales del sujeto. Si no encuentra en su vida situaciones que excedan su capacidad de afrontamiento, resistencia o adaptación a las exigencias del medio, no tiene porqué llevar a manifestar una conducta desadaptada.
Por otro lado la aparición de conductas desadaptadas en la infancia no presupone la existencia de una estructura u organización frágil ni por tanto la persistencia de conductas desadaptadas posteriormente. Ciertos comportamientos desadaptados son reaccionales o reactivos a cambios o situaciones estresantes del medio, cuando el sujeto mantiene una normalidad en el resto de ambientes o circunstancias cotidianas. Si cambia el entorno o el sujeto cambia de entorno, la conducta desadaptada también desaparece.
Se refiere a las características endógenas del individuo, que actúan como mecanismos predisposicionales en la aparición del trastorno. Es decir, algunos aspectos más o menos amplios de la organización y de la estructura interna del sujeto están afectados, en consecuencia, ante estímulos externos, no necesariamente muy relevantes o ante estímulos internos , pensamientos, sentimientos, cambios de humor, obsesiones, fobias, etc. surge una conducta desadaptada. La vulnerabilidad será mayor o menor según la frecuencia, la intensidad y los ámbitos en los que aparezca la conducta trastornada. En este caso los factores de riesgo pueden ser desencadenantes de ciertas reacciones, pero el trastorno permanece aún en ausencia de estímulos externos negativos.
Desde esta posición se puede entender la vulnerabilidad como una “dimensión continua de LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD que PERMITE desde una adaptación más exitosa al estrés, a una menos exitosa”
Tanto la vulnerabilidad como la protección se construyen en el transcurso de la vida Toda la infancia se puede entender como una situación en parte de vulnerabilidad, por la inmadurez y la dependencia. Pero Se puede hipotetizar que el niño nace con cierta capacidad de protección o barrera constitucional contra los estímulos (hipótesis biológica).
Barrera que se desarrolla como defensa contra los cuidados maternales excesivos, insuficientemente seguros o francamente deficientes (hipótesis interaccional).
Combinación de ambas hipótesis.
Los factores orgánicos (enfermedades o lesiones) aumentan la vulnerabilidad del niño para hacer frente a las agresiones del medio.
Tradicionalmente la vulnerabilidad se asocia con características genéticas, el temperamento, causas biológicas. Pero a diferencia de otras posiciones, hay que insistir que estas características endógenas no se forman al margen de influencias externas.
Frente al enfoque genetista o biológico de la vulnerabilidad, los enfoques psicológico enfatizan que la vulnerabilidad es un patrón de conducta aprendido; en consecuencia nuevas experiencias de aprendizaje podrían influir en un factor de la vulnerabilidad y hacer fluctuar no solo sus niveles funcionales sino también la vulnerabilidad misma.
Desde la perspectiva psicológica, la vulnerabilidad puede disminuir con determinadas experiencias correctoras o, por el contrario, puede aumentar. Esto último ocurriría cuando la persona se expone a experiencias aversivas y a sucesos estresantes que potencian los factores que contribuyen a la vulnerabilidad. Se cree, por ejemplo, que una experiencia negativa vivida puede dejar una huella neurobiológica residual que conduce al desarrollo de mecanismos mediante los cuales un estresor mínimo se convierte en suficiente para activar los mecanismos que conducen al trastorno. Así, dicho proceso contribuiría a aumentar la vulnerabilidad.
La estabilidad de la vulnerabilidad no significa la permanencia o el carácter inalterable de la misma, aunque ambos términos pueden resultar sinónimos. De hecho las nuevas experiencias, los tratamientos psicológicos o farmacológicos tienden a modificar la vulnerabilidad y hacer al sujeto más resistente para afrontar las condiciones del entorno, o para lograr una adaptación exitosa a condiciones normales.
La vulnerabilidad no es claramente observable, es más bien un proceso latente.
Los procesos de vulnerabilidad:
- Pueden estar presentes en personas asintomáticas o con leves signos externos de un trastorno.
- Guardan relación causal con la aparición de los síntomas.
- Son con frecuencia difícilmente observables y medibles.
En resumen, los marcadores de la vulnerabilidad equivale a la búsqueda de predictores en ausencia de los síntomas del trastorno.
Cuando un individuo frágil se ve sometido a condiciones sociales y físicas desfavorables, el resultado es un parón o desviación o elentecimiento en la adquisición de nuevas formas de conducta ( es decir, en su desarrollo)- retraso intelectual, lingüístico, físico, social, etc.



Tabla 1
Mecanismos de vulnerabilidad subyacentes a la psicopatología infantil (Price y Lento, 2001)
Cognitivo Afectivo Social Biológico
Ansiedad Cogniciones de pobre control sobre los sucesos o situaciones Dificultad para regular y supervisar la expresión emocional Apego inseguro.
Evitación y aislamiento social Inhibición conductual
Desregulación de los subsistemas neurológicos
Depresión Estilo de valoración cognitiva disfuncional, respecto a uno mismo o a los demás.
Atribuciones para los sucesos negativos internos, globales y estables. Modelos negativos de uno mismo y los demás. Dificultad para controlar la afectividad depresiva.
Uso aumentado de estrategias desadaptativas de regulación emocional Apego ansioso e inseguro.
Deterioro social, como el aislamiento. Regulación disfuncional del HPA (hipothalamico-pituitario-adrenal).
Sensibilidad aumentada a los sucesos estresantes.
Trastorno de conducta Estructuras en la memoria relativas a que el mundo es un lugar hostil.
Procesamiento automático que incluye atribuciones agresivas y hostiles. Niveles altos de afectividad depresiva y enfado. Elevada variabilidad e intensidad de las respuestas emocionales. Relaciones y apego inseguros. Pobre competencia social, como habilidades de solución de problemas negativas. Rechazo social. Neurológicos. Déficit de los sistemas cerebrales noradrenérgicos y serotoninérgicos.
Déficit de atención e hiperactividad Déficit en el procesamiento y codificación de la información. Distribución de la atención entre pocos estímulos. Pobre acceso a respuestas desde la memoria. Variabilidad en el humor negativo y en la activación. Dificultad para el procesamiento de impulsos emocionales Pobre competencia social, del tipo de pobres habilidades de solución de problemas. Dificultad para modular la comunicación social. Déficit en el auto-control, como la impulsividad. Metabolismo irregular de las monoaminas. Disminución de la dopamina cerebral. Baja activación del SARA. Dificultad para la atención selectiva y sostenida, distractibilidad.
Esquizofrenia Déficit en el procesamiento de la información y en la atención. Dificultad para procesar información en situaciones controladas. Afectividad embotada.
Retraimiento emocional Déficit en competencia social, como la comunicación interpersonal y la solución de problemas. Hiperactividad dopaminérgica. Disminución de la integración central.



La investigación sobre niños de alto riesgo sólo indica que hay una ligera relación entre los perfiles psicopatológicos apreciados durante los primeros años de vida y la psicopatología posterior, con excepción de la impulsividad y falta de autocontrol infantil y la posterior conducta antisocial o delictiva; así como entre la reactividad psicofisiológica e hipersensibilidad al estrés y la posterior aparición de trastornos afectivos o de ansiedad. También se ha observado una asociación entre la presencia de importantes anomalías neurocognitivas en la infancia y el desarrollo posterior de trastornos del espectro esquizofrénico ( Lemos 1999).
No obstante la predicción en psicopatología en la adolescencia y la edad adulta, a partir de las características de la infancia, es tan modesta tal vez porque algunos niños con perfiles de riesgo/vulnerabilidad tienen la suerte de encontrar más tarde ambientes que les proporcionan apoyo ( es decir, factores de compensación), o porque aquellos que viven en circunstancias adversas poseen un temperamento que les permite desarrollar estilos de afrontamiento eficaces ( es decir, mecanismos de protección)
Parece probable que la manifestación de los trastornos psicológicos exige la combinación de, al menos, tres factores independientes:
- un determinado temperamento vulnerable,
- un ambiente que amplifique la vulnerabilidad psicológica, y
- estresores que precipiten la aparición de los síntomas.
La probabilidad de que coincidan los tres factores en un determinado niño suele ser baja.
Esta línea de investigación es diferente de aquella que establece relaciones lineales entre cierto tipo de experiencias infantiles (maltrato, abandono afectivo) y una secuencia de trastornos psicológicos.
Esta orientación no establece que todos los trastornos psicológicos tienen un origen temprano (temperamento), que lleva al determinismo de la primera infancia y al determinismo de las relaciones materno-filiales. En cualquier momento del desarrollo pueden coincidir distintos factores que den lugar al trastorno psicológico, y en mayor medida en períodos cercanos a la aparición de los primeros síntomas.

1.2 LA NATURALEA DE LOS FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo se suelen clasificar en varias categorías , según sean más próximas o más distantes del individuo.(Baldwin, Baldwin, Passer, Zax, Sameroff y Seifer, 1993)
Factores próximos: Son los que actúan directamente sobre el individuo y su influencia no transcurre por medio de cualquiera otras variables próximas. P. e. : Falta de afecto, prácticas educativas incorrectas, maltrato, abuso, etc
Factores intermedios: Variables que están presentes en las personas que actúan sobre el individuo, influyendo en sus conductas. Están determinadas a su vez por factores más amplios o comunes a muchas otras personas : creencias y expectativas de los padres sobre las conductas de los hijos. Expectativas de realización. Valores personales, la personalidad, etc.
Factores distales: Son más generales y actúan a través de los factores intermedios y los más próximos. P.e. La clase social, el barrio, el nivel educativo, medio ambiente en el que vive
Existen dos tipos de variables distales: unas pertenecen a contextos amplios o factores generales que incluyen a muchas personas. Otra forma de ver los factores distales son los que han ocurrido hace mucho tiempo en la historia del individuo: factores de su infancia, antecedentes educativos p.e.
En consecuencia las variables de riesgo se diferencia entre sí por el grado en que actúan directamente sobre el niño. La clase social no actúa directamente sobre el niño.
Los factores próximos y distales son los extremos de una secuencia causal., donde en el medio están las variables intermediadas. Eso no significa que toda variable distal tarde o temprano actuará inevitablemente sobre el individuo (Baldwin, Baldwin y Cole, 1990).
Por ejemplo: Madre irritable con su hijo: baja formación, escaso dinero, trabajo duro y precario, doble jornada de trabajo, poco tiempo para estar relajada con su hijo. Sin embargo la conducta de irritable con su hijo no es una conducta que se deriva necesariamente de las condiciones socio-laborales deficientes.
Es decir hay familias que inducen al trastorno en el hijo mientras que otras familias, en condiciones sociales parecidas y negativas son protectoras o resistentes al estrés y al trastorno. Hay familias que protegen al niño del influjo negativo de factores sociales de riesgo.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LOS FACTORES DE RIESGO.
(Coie, Watt, West, Hawkins, Asarnos, Markman et al., 1993)
1.- Entre los factores de riesgo y los trastornos psicológicos hay relaciones muy complejas. Los trastornos están relacionados con varios factores diferentes y no con uno sólo.
El trastorno surge por la influencia particular de circunstancias disposicionales (individuales y del medio) más factores desencadenantes. Se entiende que las circunstancias disposicionales configuran la estructura del individuo y su vulnerabilidad; mientras que los factores desencadenantes suelen proceder del medio.
2.- La relevancia de los factores de riesgo pueden variar en el transcurso de la vida, del ciclo vital. Hay factores que predicen o que son factores de riesgo en determinados momentos de la vida y no en otros. Hay también factores que son predictores en períodos largos de edad y tiempo.
3.- La predicción de trastorno es más ajustada cuando los factores de riesgo son más próximos al individuo y es menos ajustada cuando los factores son más distales.
4.- La exposición a factores de riesgo tiene efectos acumulativos. Los factores de riesgo pueden tener efectos ADITIVOS, sobre la vulnerabilidad. Incluyen el número de factores de riesgo, la intensidad, la duración del influjo, su “toxicidad”. También pueden darse efectos INTERACTIVOS, que se refuerzan entre sí varios factores que aparecen juntos. La relación entre entorno de pobreza y disminución del coeficiente intelectual puede ser por la acumulación de más de un factor y de varios niveles (Garbarino, 1995)
5.- Diversos trastornos comparten ciertos factores de riesgo, que son antecedentes comunes.
- No hay una relación univoca, directa entre factores etiológicos y trastornos.
- Un mismo problema puede estar determinado por unas causas en la infancia y por otras en la adolescencia.
- Los mismos factores causan un tipo de problema en la infancia y otro tipo de problema en la adolescencia.
En psicopatología no basta con conocer la causa para pronosticar un problema, su perfil y sus consecuencias; es también necesario tener en cuenta el momento de aparición de las causas y su relación con el nivel de desarrollo del individuo.
6.- Una misma variable puede actuar bajo distintas circunstancias, unas veces como factor de rieso y otras como protección : Perder el trabajo- depresión- búsqureda de alternativas laborales mejores. El cuento de Bucay del portero que no sabía leer y montó una empresa y un imperio. El empresario alavés, Iraculis que de ser empleo y ser despedido se asocia con su hermano ,y monta una gran empresa, se enfada con él y progresa aún más.
7.- El significado de los factores de riesgo y de protección.(Radke-Yarrow y Sherman, 1990)
Son estos factores y conceptos universales o dependen de cada persona o según las circunstancias. Tener un hijo a los 18 años: factor de riesgo en unos casos pero puede ser de protección para jóvenes desadaptados.
TABLA 1.1
Algunos factores de riesgo para el desarrollo de psicopatología( Coie, et al. 1993)
Circunstancias familiares:
- Clase social baja.
- Conflictividad familiar.
- Enfermedad mental familiar.
- Tamaño familiar grande.
- Pobres lazos con los padres.
- Desorganización familiar.
- Desviación de la comunicación.
Dificultades emocionales:
- Abuso infantil.
- Apatía o aplanamiento afectivo.
- Inmadurez emocional.
- Acontecimientos vitales estresantes.
- Baja autoestima.
- Descontrol emocional.
Problemas escolares:
- Fracaso en los estudios.
- Desmoralización en los estudios.
Contexto ecológico:
- Desorganización en el vecindario.
- Injusticia racial.
- Desempleo.
- Pobreza extrema.
Minusvalías constitucionales:
- Complicaciones perinatales.
- discapacidades sensoriales.
- Minusvalías orgánicas.
- Desequilibrio neuroquímico.

Problemas interpersonales:
- Rechazo de los compañeros.
- Alienación y aislamiento.

Retraso en el desarrollo de habilidades.
- Inteligencia por debajo de lo normal.
- Incompetencia social.
- Déficit atencionales.
- Discapacidades para la lectura.
- Pobres habilidades y hábitos laborales.

LA PERSISTENCIA DE LOS PROBLEMAS
Hace referencia a causas más tempranas; cuanto más grave y persistente es el problema su origen es más primario (biológico, en los primeros años de vida).
También según los factores, los trastornos pueden ser diferentes.
Factores Próximos + poco tiempo de exposición—Trastornos reactivos.
Factores Intermedios + bastante tiempo de exposición--Trastornos Estructurales.
Factores Distales ---Mucha exposición--- Trastornos Globales
Factores tempranos +distales—Mucha exposición---Trastornos globales.

Factores tempranos y persistentes—Trastornos estructurales y globales.
Factores actuales y poco persistentes—trastornos reaccionales.
EJEMPLOS DE ADOLESCENCIA.
Trayectorias de desarrollo en la adolescencia.
- Los sujetos que inician la adolescencia con historias /antecedentes de agresividad y conducta antisocial tienden a seguir con una conducta desadaptada con mucha probabilidad.
- Sin embargo los adolescentes agresivos y antisociales sin antecedentes semejantes en la infancia, puede entenderse que lo que en la infancia estaba latente aparición en la adolescencia, o que los factores de riesgo tuvieron mayor incidencia en una época en la que el sujeto era más vulnerable.
- La tendencia al empeoramiento en la adolescencia cuando la infancia ha sido adaptada suele estar acompañada de cambios dramáticos durante la adolescencia: cambios en la estructura familiar, por divorcio o nuevo emparejamiento de los padres o cambios de tipo biológicos ( hormonales).
- Los adolescentes con una trayectoria problemática que en la adolescencia tardía o en la juventud se recuperan puede ser debido a la aparición de ciertos sucesos vitales relevantes que provocan un giro en sus vidas: relaciones afectivas importantes, noviazgo/matrimonio / asunción de responsabilidades / paternidad, trabajo, compra de piso, servicio militar, asunción de responsabilidades.
Otros ejemplos:
Los 4 factores de riesgo más frecuentes de la depresión en la adolescencia:
- Edad: las niñas que maduran pronto / los niños que maduran tarde.
- El sexo. Preferentemente en la 2ª mitad de la adolescencia; el doble en chicas que en chicos.
- Historia familiar de depresión, antecedentes familiares.
- Exposición a eventos estresantes.
Hay sujetos más vulnerables o más influenciables que otros por los sucesos estresantes.

FACTORES DE PROTECCIÓN
Las situaciones de riesgo y de estrés son abundantes y muy diferentes. Los niños y adolescentes se manejan de forma muy diferente. Parece que hay niños que sucumben ante pequeñas dificultades mientras que otros resisten o parece que se mantienen íntegros ante condiciones externas muy adversas.
¿Cuáles son las características de los niños resistentes a las adversidades? ¿Cuáles son los factores de protección que reducen los efectos negativos de la exposición a riesgos y a estrés?
“Influencias que modifican, mejoran o alteran la respuesta de una persona a algún peligro que predispone a un resultado adaptativo” (Rutter, 1985)
La invulnerabilidad es algo que se desarrolla de forma natural, existe desde la primera infancia, es algo congénito, es una invulnerabilidad general o se trata más bien de invulnerabilidades específicas, según para qué cosas?
RESISTENCIARESILIENCIA: es el proceso o la capacidad de lograr una adaptación exitosa a pesar de circunstancias ambientales desafiantes o amenazantes. Para algunos autores es una características del individuo que le permite superar los obstáculos y lograr un desarrollo óptimo. Para otros incluyen factores del medio.
Se podría pensar que en el transcurso de la vida normal, en la infancia y la adolescencia, hay numerosas situaciones “difíciles” o “problemáticas” y que la normalidad del individuo se define por la capacidad para superarlas, de hacerles frente o resistir su impacto. La resistencia sería algo así como el resultado POSITIVO entre las capacidades del niño y las exigencias del medio o las dificultades del medio.
Es pues un concepto INTERACTIVO (Rutter, 1990). Hay factores de protección tanto en el sujeto como en el ambiente.
Un factor protector no es necesariamente un suceso agradable. Puede ser una experiencia displacentera que prepara o fortalece al sujeto para experiencias similares posteriores. Los factores protectores, a diferencia de las experiencias positivas, incluyen un componente de interacción. Las experiencias positivas actúan en general de manera directa, predisponiendo a un resultado adaptativo. Los factores protectores, por su parte, manifiestan sus efectos ante la presencia posterior de algún estresor, modificando la respuesta del sujeto en un sentido comparativamente más adaptativo que el esperable. Este proceso ha sido observado, por ejemplo, en el efecto que han tenido varios programas preventivos de preparación de los niños y sus familias para enfrentar los eventos de hospitalización de los primeros, disminuyendo significativamente las tasas de perturbación emocional en el hospital (Wolkind & Rutter, 1985; en Rutter, 1985).
Un factor protector puede no constituir una experiencia en absoluto, sino una cualidad o característica individual de la persona. Las niñas, por ejemplo, parecen menos vulnerables que los niños ante diferentes riesgos psicosociales (Rutter, 1970; 1982; en Rutter, 1985).
Algunos autores sostienen que los factores individuales y las situaciones ambientales que predicen la salud mental en condiciones desfavorables no son las mismas que las que predicen en circunstancias favorables. La salud mental no se produce automáticamente en un medio favorable y el trastorno tampoco es consecuencia inevitable del medio desfavorable (Baldwin, et al., 1993) La resistencia designa la capacidad del niño para hacer frente a un problema y utilizarlo para el crecimiento psicológico, sea cual sea la adversidad que tenga que superar..
Por ejemplo: Un ambiente familiar restrictivo en un medio socioeconómico bajo favorece el rendimiento escolar del hijo, mientras que la restricción de los hijos en un ambiente de bajo riesgo (ambiente socioeconómico no bajo) repercute negativamente en el rendimiento escolar.
Es decir cuando el ambiente es de riesgo, la restricción familiar es una conducta de protección. En cambio cuando el ambiente no es de riesgo la restricción es negativa porque limita los deseos y las experiencias del niño.
(El concepto de resistencia está relacionado con el de invulnerabilidad en este capítulo, aunque no son equivalentes).
Son chavales que no necesitan acudir a los psiquiatras ni psicólogos, van bien en sus estudios, se relacionan bien con sus compañeros y con las figuras de autoridad adultas en la escuela y en el hogar, mantienen un autoconcepto positivo y un aspecto general de bienestar psicológico.
La resistencia a la psicopatología ha sido relacionada con sentimientos de autoeficacia y autoconfianza, autoestima y un amplio repertorio de habilidades sociales y capacidades para resolver sus problemas.
La resistencia no es un estado permanente sino que puede cambiar. Un mismo sujeto puede pasar de ser resistente a ser vulnerable en períodos cortos de tiempo.
Aunque la resistencia a la psicopatología suele ser entendida desde factores psicológicos no hay que descuidar los factores genéticos. Las disposiciones temperamentales y la inteligencia son factores potenciales de protección que contribuye a la adaptación en situaciones desfavorables. Lo difícil aún es saber cuándo y cómo esos factores actúan de forma protectora y cuándo no.
Radke-Yarrow y Brown (1993) realizó un estudio longitudinal de 13 años de duración con hijos de padres con depresión, ansiedad, abuso de sustancias, con antecedentes familiares con problemas mentales, con situaciones de estrés y caos familiar, encontró que los niños susceptibles de manifestar alteraciones psicológicas
Factores individuales de riesgo son:
- C.I. inferior a 100.
- Fracaso o dificultades en los estudios.
- Antecedentes de pobres relaciones sociales.
- Falta de adulto (dentro o fuera de la familia) que le apoye.
- No ser el hijo favorito de la familia.
En contraposición, los factores de protección fueron:
- C.I. alto
- Elevado rendimiento escolar.
- Buenas relaciones con los familiares
- Relación de apoyo con un adulto.
- Rol favorable en la familia
- Interés, talento u objetivos absorbentes.
Perfil prototípico del niño problemático: Muchos factores de riesgo y pocos factores de protección.
Perfil prototípico del niño resistente: Muchos factores de apoyo y pocos factores de riesgo.
Lo importante no es el número de factores como la combinación entre ellos.

Generalmente se viene aceptando que los factores de protección en la infancia son:
- La inteligencia y la curiosidad
- La apariencia física agradable.
- Medios de triunfar socialmente.
Radke-Yarrow y Sherman (1990) encontraron que además de estos, los niños resistentes en un medio familiar conflictivo satisfacían alguna necesidad de uno o de ambos adultos. Tal vez en consecuencia el niño recibía los recursos sociales y emocionales que la familia poseía. Es en este contexto del ajuste entre las características del niño y las necesidades parentales, en donde se observa el desarrollo del autoconcepto positivo y de un estilo eficaz de respuesta al estrés y de relación con los demás.
De todas formas no es posible encontrar factores de protección aislados que apoyen explicaciones lineales ( p.e. la autoestima) sino que es necesario tener en cuenta muchos factores a la vez, mediante modelos explicativos complejos.


Factores de riesgo y protección.
Biología /genética

Factores de riesgo:
. Historia familiar de
alcoholismo.

Factores de protección:
. Inteligencia alta.

Ambiente social
Factores de riesgo:
. Pobreza.
. Anomia normativa.
. Desigualdad racial.
. Oportunidades de ilegalidad.

Factores de protección:
. Calidad de la escuela.
. Cohesión familiar.
. Recursos del vecindario.
. Interés de los adultos.

Ambiente percibido
Factores de riesgo:
. Modelos de conducta desviada.
. Conflictivo normativo entre padres y amigos.


Factores de protección:
. Modelos de conducta adaptada.
. Elevados controles contra conducta desviada.
Personalidad

Factores de riesgo:
. Baja percepción de oportunidades vitales.
. Baja autoestima.
. Propensión al riesgo.


Factores de protección:
. Afán de logro.
. Valoración de la salud.
. Intolerancia a la desviación.

Conducta

Factores de riesgo:
. beber problemático.
. Pobre rendimiento escolar.


Factores de protección:
. Afiliación religiosa.
. Participación en club escolares o en otro tipo de actividades voluntarias.


Conductas y estilos de vida de riesgos del adolescente
Conductas problema

Consumo de drogas.
Delincuencia.
Conducir bebido Conductas relacionadas con la salud

Comidas no saludables.
Uso del tabaco.
Sedentarismo.
No uso del cinturón de seguridad, casco, etc. Conducta escolar

Inasistencia a clase.
Abandono de los estudios.
Uso de drogas en la escuela.








Resultados comprometedores para la salud o la vida
Consecuencias del riesgo Salud

Enfermedad.
Baja forma física. Roles sociales

Fracaso escolar.
Aislamiento social.
Problemas legales.
Maternidad / paternidad temprana. Desarrollo personal

Autoconcepto negativo.
Depresión / suicidio. Preparación para edad adulta

Escasas habilidades laborales.
Capacidades frente al desempleo.
Amotivación.
Ámbitos interrelacionados de los factores de riesgo y protección ( Jessor, 1993)


La McArthur Foundation Research Network (1993) estudió los factores de protección de adolescentes en situaciones de riesgo, según los ámbitos a los que pertenece: familia, escuela, vecindario.
Familia: Estrategias usadas por las “familias protectoras” que viven en contextos sociales de riesgo: barrios deprimidos, limitados recursos familiares, fracaso de las instituciones locales (escuela, iglesia, policía) y la desorganización del contexto social inmediato. Estas estrategias son:
- La negociación con las instituciones locales (la escuela o la policía) cuando los hijos tienen problemas.
- La búsqueda de recursos todavía disponibles aunque el entornos ea de pobreza.
- Proporcionar supervisión y apoyo para aislarles de las drogas o de compañeros no deseables.
- Ubicarles en un nicho ecológico (club deportivo, tiempo libre, parroquia) cuando el entorno, el barrio son entornos peligrosos.
- Otras estrategias más específicas. Dinámica intrafamiliar, sistemas de atribuciones, conductas particulares.
Escuela:
- Creación de un clima abierto y democrático.
- Fuertes vínculos entre la familia y la escuela.
- Ambiente que favorece el sentimiento de integración y pertenencia.
Contexto social:
- Identificar las características del vecindario que pueden constituir riesgo para el desarrollo de los adolescentes.
- Aislar a los adolescentes de dichos riesgos.

LA PROTECCIÓN COMO PROCESO.

Una vez identificados los factores de riesgo y de protección, es importante conocer el cómo y el porqué se desarrollan los problemas o trastornos psicopatológicos.
La resistencia a los factores de riesgo no es tanto algo constitucional que unos tienen y otros no, sino un proceso que se instaura entre el sujeto y el ambiente.
Entendida como proceso, la protección / resistencia no depende tanto de la presencia de factores de riesgo como de la confluencia/concurrencia de aspectos del individuo y de aspectos o variables del medio.
Las personas que desarrollan trastornos suelen haber acumulado un gran número de experiencias de riesgo durante largos períodos de tiempo. El mecanismo de protección es aplicable cuando una trayectoria que previamente era considerada de riesgo cambia hacia una dirección positiva en la que existe mayor probabilidad de conseguir un resultado adaptativo. Igualmente se puede dar por el contrario.

MECANISMOS MEDIADORES EN LOS PROCESOS DE PROTECCIÓN

Para Reichters y Weintraub (1990) los mecanismos protectores son tanto los recursos ambientales que están disponibles para las personas como las fuerzas que estas tienen para adaptase aun contexto.
Rutter (1990) señalaba que es importante identificar los a factores de riesgo y protección en tanto que permiten predecir resultados positivos o negativos en el desarrollo del niño.
Por eso cierto procesos protectores no son cualidades o condiciones estables sino que pueden modificarse. La adaptación escolar o la autoeficacia que son procesos protectores, por ejemplo, pueden dejar de serlo.
Según Werner (1993) los factores protectores operarían a través de tres mecanismos diferentes:

- Modelo compensatorio: los factores estresantes y los atributos individuales se combinan aditivamente en la predicción de una consecuencia, y el estrés severo puede ser contrarrestado por cualidades personales o por fuentes de apoyo.

- Modelo del desafío: el estrés es tratado como un potencial estimulador de competencia (cuando no es excesivo). Estrés y competencia tendrían una relación curvilínea.

- Modelo de inmunidad: hay una relación condicional entre estresores y factores protectivos. Tales factores modulan el impacto del estrés en calidad de adaptación, pero pueden tener efectos no detectables en ausencia del estresor.

Mecanismos mediadores
1.- LOS QUE REDUCEN EL IMPACTO DE LA SITUACIÓN DE RIESGO.
1.1.- Modificación del propio riesgo. El riesgo no es un ente absoluto y muchas veces depende de la valoración y procesamiento cognitivo de las experiencias.
La modificacion de las estrategias cognitivas de manejo de los riesgos pue ser una estrategia protectora /resiliente.
La exposición continuada del riesgo puede producir la INMUNIZACION, que reduce la percepción de amenaza. (Meichenbaum, 1985)
También la NEUTRALIZACION, que consiste en asociar a un acontecimiento vital amenazador algún otro suceso que contrarresta este daño a la autoestima y a la autoeficacia.(Rutter, 1990).
1.2.- Modificación de la exposición al riesgo o reducción de la implicación en los aspectos del riesgo. P.e.: Una eficaz supervisión parental de las actividades o de las compañías del niño contribuye (se supone que) a apartarle del riesgo y orientarle hacia actividades prosociales, así como de proporcionarle retroinformación sobre qué conductas son deseables o inaceptables.
(Baldwin, Baldwin y Cole, 1990) Las familias que viven en contextos de alto riesgo social y que son eficaces en su labor educativa se caracterizan por ser más restrictivos y autoritarias en sus actitudes educativas y más vigilantes en la supervisión del cumplimiento de los niños, en comparación con las familias eficaces pero que viven en un contexto de bajo riesgo. Los riesgos s e referían a consumo de drogas, delincuencia, embarazos tempranos y las actitudes educativas: limitaciones a la libertad, siempre y cuando los riesgos sean reales y sean así percibidos por los padres y los hijos, es decir cuando las restricciones no suscitan negativismo por parte de los hijos.
En ambientes de alto riesgo es también una protección la participación en una iglesia (tal vez porque así se ve reforzada la política educativa familiar).
Desde el punto de vista de la intervención educativa se puede señalar que al no poderse cambiar a corto plazo el entorno social, el educador es más eficaz si interviene en las variables o factores cercanos al individuo: familia, escuela, barrio, formación: enseñar a los padres cómo ser eficaces en la educación, cómo hacer frente a los riesgos del ambiente y a proteger a los hijos, restringiendo la libertad si es necesario, explicitando las normas familiares y supervisando de cerca la conducta de los hijos.
Otra situación, como por ejemplo, cuando hay conflictos de pareja, el efecto sobre los hijos depende de la madurez y desarrollo de la personalidad. Tener un carácter fácil o difícil puede influir en que los hijos se conviertan en chivos expiatorios, aumentando el riesgo. En cambio si el niño toma iniciativas, tiene buenos lazos sociales (amigos) y buenos contactos con otros familiares, el impacto del ambiente familiar es menor.
2.- REDUCCION DE LA CADENA DE REACCIONES NEGATIVAS QUE SE DERIVAN DE LA EXPOSICIÓN AL RIESGO.
A veces las situaciones de riesgo conllevan a otras situaciones que tienen efectos más perjudiciales que la propia situación de riesgo.
p.e. El fallecimiento de los padres…internamiento o institucionalización de los hijos, puede provocar más problemas.
( Familiares, los vecinos y asociaciones de mujeres quieren evitar que dos hijos de una mujer de origen peruano, asesinada por su pareja, ingresen en una institución dependiente del Diputación. A veces “es peor el remedio que la enfermedad”.
2.1.- Promoción de la autoestima y la autoeficacia. Estos factores incluyen mecanismos cognitivos y afectivos ( autocontrol, sentido de coherencia, dureza, etc). La capacidad para manejar las situaciones problemáticas y para controlar lo que sucede son aspectos que protegen al individuo de padecer trastornos psicopatológicos, en particular en el caso de la depresión.
La autoestima y la autoeficacia son cualidades básicas de la personalidad que se desarrollan en el transcurso de la vida. Es importante saber cómo desarrollarlas, sobre todo en los sujetos de riesgo de psicopatología:
a) Las relaciones afectivas que suministran apoyo. En cualquier edad, las relaciones afectivas positivas y estables contribuyen a la formación y el mantenimiento de la autoestima y la autoeficacia. Las relaciones afectivas por sí solas no ejercen esta influencia sino en la medida en que facilitan un mayor aprendizaje social, mejores contactos sociales, oportunidades de aprendizaje, apoyo en la búsqueda de soluciones a determinados problemas, etc.
b) El éxito en la ejecución de tareas o en la consecuención de objetivos. “hacer bien las cosas” da importantes beneficios: reconocimiento social, orgullo de asumir responsabilidades. La autoeficacia también es favorable para el autoconcepto y la autoestima.
La autoestima y la autoeficacia no son cualidades fijas en el sujeto. La mayor o menor estabilidad dependerá de las nuevas experiencias y oportunidades que se presenten.
Existen programas de entrenamiento de las habilidades de afrontamiento del estrés y la solución de problemas que sirven para prevenir los trastornos psicopatológicos.
- Sentimientos positivos hacia uno mismo.
- Relaciones positivas / adaptativas con los demás.
- Habilidades para resolver problemas / conflictos: decir no, resistir presiones de grupo, etc.
- Habilidades para la autoevaluación positiva y realista.
- Habilidades para ver nuevos puntos de vista y pensar en soluciones alternativas a los problemas.
LA APERTURA DE NUEVAS OPORTUNIDADES
Superar un examen, obtener una titulación, alcanzar un nuevo estatus personal, familiar, laboral, el cambio de residencia, de diversiones, de amigos, etc. trae la posibilidad de abrirse a nuevas oportunidades: oportunidad de dejar lo malo del pasado.
“el porvenir es largo y lleno de oportunidades”.




FACTORES DE RIESGO MAS CONSIDERADOS

SITUACIONES PSICOSOCIALES ANORMALES (EJE V OMS)
00. No hay distorsión significativa o inadecuación en el ambiente psicosocial
1. Relaciones intrafamiliares anormales
1.0 Falta de calidez en la relación parentofilial
1.1 Desacuerdo intrafamiliar entre los adultos
1.2 Hostilidad hacia el niño o utilización de éste como "chivo expiatorio"
1.3 Maltrato físico del niño.
1.4
1.4 Abuso sexual (en el contexto familiar)
1.8 Otros
2. Trastorno, desviación o minusvalía mental familiar
2.1 Trastorno o desviación mental parental
2.2 Minusvalía o discapacidad parental
2.3 Discapacidad en los hermanos
2.8 Otros
3. Comunicación intrafamiliar inadecuada o distorsionada
4. Anormalidades cualitativas en la crianza
4.0 Sobreprotección parental
4.1 Supervisión o control parentales inadecuados
4.2 Privación de estímulos adecuados para la crianza
4.3 Presiones parentales que se apartan de lo normal
4.4 Otros
5. Entorno inmediato anormal
5.0 Crianza institucionalizada
5.1 Situación parental anómala
5.2 Familia aislada
5.3 Condiciones de vida que crean situaciones psicosociales potencialmente peligrosas.
5.4 Otros
6. Acontecimientos vitales negativos inmediatos
6.0 Pérdida de una relación de amor
6.1 Cambios en el ambiente hogareño con una connotación amenazante significativa
6.2 Patrón de relaciones familiares alterado
6.3 Eventos que generan pérdida de la autoestima
6.4 Abuso sexual / extrafamiliar)
6.5 Experiencia personal aterrorizante
6.6 Otros
7. Estresores sociales
7.0 Persecución o discriminación adversa
7.1 Migración o trasplante social
7.2 Otros
8. Estrés crónico asociado con el colegio/trabajo
8.0 Relaciones discordantes con los pares
8.1 Interacciones negativas con los profesores/supervisores en el trabajo
8.2 Conflictos generalizados en el colegio/trabajo
8.3 Otros
9. Eventos o situaciones estresantes como consecuencia de un trastorno o discapacidad en la niñez
9.0 Crianza institucionalizada
9.1 Cambios en el ambiente hogareño con una connotación amenazante significativa
9.2 Eventos que generan pérdida de la autoestima
9.8

Otros.

ALGUNOS INDICADORES (OBJETIVAVBLES) DE RIESGO PARA EL MENOR.
Origen: Proyecto de estudio de la problemática de marginación en menores y detección de situaciones de riesgo. (Municipio de la Margen Izquierda).

0.- Edad de la madre con el primer hijo (Menor de 18 años*)
1.- Malos tratos físicos activos(*).
- En la pareja
- Hacia el menor.
2.- Malos tratos psíquicos (*).
- En la pareja
- Hacia el menor.
3.- Enfermedad física grave de los padres.
4.- Deficiencia mental de los padres(*).
5.- Trastornos psíquicos graves de los padres(*).
6.- Prostitución de los padres.
7.- Madre soltera
- Hogar monoparental o ausencia de uno de los padres.
8.- Divorcio / separación.
9.- Abandono de los padres.
10.- Fallecimiento de los padres (*)
11.- Alcoholismo.
12.- Otras toxicomanías graves (drogodependencias) (*).
13.- Conductas delictivas (cárcel).
14.- Paro cronificado.
(menos de 6 meses de trabajo en los 3 últimos años)
15.- Paro temporal.
16.- Pobreza severa (*).
17.- Pobreza moderada.
18.- Ejemplos corruptores(*)
19.- Mendicidad.
- Padres
- Menor.
20.- Abusos sexuales (*)
21.- deficiencia mental del menor.
22.- Deficiencia física del menor.
23.- Institucionalización o internamiento anterior de los padres.
24.- Institucionalización o internamiento anterior del menor.
25.- Problemas de conducta en los menores.
26.- Absentismo escolar.
27.- retraso escolar.
28.- Desatención (alimentación, higiene, horarios)(*).
29.- Hambre del menor.
30.- Hospitalizaciones frecuentes del menor.
31.- Fallecimiento de hermanos en la primera infancia.
32.- Antecedentes en el tribunal tutelar de menores o en protección de menores.
33.- Minorías étnicas.
34.- Inmigración.
35.- Cambios frecuentes de domicilio.
36.- Bajo nivel cultural de los padres (analfabetismo9
37.- Chabolismo.
38.- Hacinamiento.
39.- desorganización del hogar ( mala administración, etc)
40.- Vivienda en malas condiciones
(falta de agua, luz, sanitarios, agua caliente, ducha, baño, cocina…etc.)

Los indicadores señalados con asterisco (*) revisten en sí mismos tal gravedad que la existencia de uno de ellos conduce a calificar la situación como PROBLEMA. En los restantes vendría dada por la asociación de dos o más de ellos.

GUIA DE PROTECCION DE MENORES EN SITUACION DE RIESGO.
CENTROS DE ENSEÑANZA





(Equipo de intervención socioeducativa: S. Francisco, La Peña…)
• Falta de higiene.
• Ropa y calzado en mal estado: sucia, rota..
• Ropa y calzado no adecuados a la estación del año.
• Toma y/o bebe alcohol a temaprana edad.
• Falta de hábitos de alimentación.: no desayuna, dieta desequilibrada, come a deshoras.
• Se comporta agresivamente.
• Es muy desobediente.
• El niño-a piensa que siempre hace ñas cosas mal.
• Niño inmaduro o poco autónomo para su edad.
• Continuas llamadas de atención..
• No admite un “no” por respuesta.
• No sabe perder.
• No tiene amigos, juega sólo.
• Existe una diferencia de edad con su grupo de amigos.
• Familia que no tiene un lugar fijo de residencia.
• No sabe decir “no”.
• Tiene dificultades para comunicarse con adultos, amigos.
• Familia extranjera con problemas de adaptación educativa.
• Falta de adultos de referencia positiva.
• Niño/a tirano/a.
• No lleva las tareas escolares hechas.
• Mala relación familia escuela.
• Falta de seguimiento escolar por parte de la familia.
• Previsión de que el menor abandone el sistema escolar reglado.
• Llega tarde habitualmente.
• Pasa en la calle la mayor parte del tiempo.
• No sale nunca de casa.
• Dinámica de calle conflictiva.
• Encubrimiento por parte de los padres de las faltas de asistencia de sus hijos.
• Expresa tener dificultades con la educación de sus hijos.



Los problemas educativos y conductuales de los hijos no son siempre unidireccionales, de los padres hacia los hijos. Los padres como desencadenantes de los problemas de los hijos: Los hijos también tienen formas de actuar , de pensar autónomas, que no dependen exclusivamente de los padres y que afectan a ala dinámica familiar.

Las conductas asociales, los problemas de comportamiento, el fracaso escolar, el malestar emocional de los hijos, es responsabilidad siempre y en última instancia de los padres? Pregunta para DEBATE. VER ARTICULO DE “VIVIR CON UN ENFERMO MENATL”



ANALISIS DE LA EFICACIA DE LOS PROGRAMAS DE INTERVENCION PRECOZ EN NIÑOS EN SITUACION DE RIESGO A CAUSA DE SU ENTORNO.
( DONNA M. BRYANT Y CRAIG T. RAMEY)

Por intervención precoz se entiende una actuación intencionada y planificada de mejora, prevención u optimización del desarrollo mediante la manipulación de factores del entorno inmediato al niño menor de 5 años. En ocasiones la intervención precoz consiste en el sostenimiento de las condiciones apropiadas con el fin de evitar su desaparición o la presencia de cualquier complicación potencial.

El objetivo de los programas de intervención precoz, desarrollados a menudo para niños en el período preescolar, sus familias o para ambos, es modificar el curso del desarrollo infantil en los primeros años, a fin de preparar mejor a los niños para la escuela pública y el aprovechamiento escolar ( evitando que este sea un factor de riesgo añadido para los niños) a quienes se encuentran en situación de riesgo por vivir en ambientes sociales desfavorecidos.
Se intenta con estas intervenciones romper el circulo de la pobreza, pues se ha constatado que los niños con menor rendimiento escolar e intelectual provienen en gran medida de los ambientes de familias de bajo nivel socioeconómico: baja estimulación, más implicaciones médicas durante el embarazo, falta de recursos para atender necesidades básicas como alimentación sano, hogar seguir, nivel educativo bajo. Estos factores de riesgo favorecen la aparición de retrasos posteriores aunque no está establecida la relación causa – efecto como en los casos de deficiencias por factores orgánicos. Además la ausencia de rasgos físicos de muchos de los niños con riesgo de desarrollo desfavorable hace que la intervención educativa se retrase demasiado hasta el punto de que su eficacia disminuya notablemente.
Para paliar estas situaciones a partir de los años sesenta ( unos con fines asistenciales y otros de investigación) se pusieron en marcha varios programas de educación precoz y de educación compensatoria cuyas conclusiones han sido interpretadas de manera contradictoria. Estos estudios se basan sobre todo en dos paradigmas del desarrollo humano: 1.- (Hunt, 1961 y Bloom, 1964) Las primeras experiencias son determinantes para el desarrollo intelectual. La educación preescolar siendo importantes para todos los niños lo son aún más para los más desfavorecidos. 2.- (Sameroff y Chandler, 1975) el modelo de desarrollo transaccional: el desarrollo del niño depende de la interacción dinámica de la biología del niño y el ambiente en el que vive. A medida que el niño crece es influido por su propia biología en interacción con los valores sociales, actitudes y valores familiares y recursos económicos.
Los programas se centraron en niños (grupos reducidos) de 1ª infancia o edad preescolar, a veces también a sus padres/ unas veces prestados en los centros escolares / en los hogares/ en ambos entornos/ de intensidad variable (horas a la semana, semanas, etc. El objetivo general de las intervenciones/investigaciones partía de la hipótesis de que los programas de educativos sistemáticos podrían resultar especialmente beneficiosos para los niños y/o familias procedentes de entornos desfavorecidos: negros, urbanos, norteamericanos.
Las familias eran de rentas bajas, CI bajos (limites), madres adolescentes, nivel educativo bajo, nº de 5-7 personas por domicilio, acogidos a otros programas de asistencia, vivían en viviendas públicas, etc.
Las intervenciones se focalizaban en : formación de padres, cuidados de día del niño, visitas al hogar, alimentación infantil.
Actividades: programa educativo para reforzar el área cognitiva, lingüística, social de los niños acompañado de formación profesional para padres, búsqueda de empleo, instrucción en prácticas educativas infantiles (crianza, manejo de conflictos, estimulación, comunicación padres – hijos, etc.
Conclusiones generales:
Los padres (inicialmente) expresan sus deseos de ofrecer experiencias educativas favorables a sus hijos y están dispuestos a colaborar con investigaciones educativas. Lógicamente en estos estudios no se mencionan a los posibles candidatos que se excluyeron ni a los colectivos que son inalcanzables para una investigación o una intervención. Cuando la participación de los padres requiere de “mucho tiempo” los abandonos son más numerosos. Los padres están más deseosos de participar y son más capaces de atender las necesidades de los hijos cuando el programa también atiende alguna de sus necesidades.
Cuanto más intensivo y extensivo es el programa mayor es la mejora observada en los niños.
Las visitas educativas al hogar, por sí solas no son muy eficaces. La mayor eficacia se logra cuando se interviene a la vez en los hogares y con los niños en los centros educativos.
Los programas son beneficiosos al margen de la edad de inicio de los niños. Cuando se interviene a edades muy tempranas (recién nacidos) existen dudas de si ese niño está en un ambiente desfavorecido.
El beneficio más acusado está en retrasar o prevenir el descenso del rendimiento escolar con respecto al promedio, no tanto en relación a la mejora de la inteligencia.
Los programas dirigidos a padres suelen ser menos eficaces que los mixtos (padres+hijos) posiblemente porque las interacciones de estas personas son más complejas y no se pueden modificar con unas pocas visitas la mes. Son muchos los padres con problemas personales propios y que carecen de los recursos necesarios para brindar un amor y una atención sostenidos al hijo. Además no consideran que ellos sean los máximos responsables de la educación de sus hijos. Hay educadores que quieren cambiarles de repente sus modos de vida, que se entrometen demasiado en sus vidas y al mismo tiempo no les ayudan en lo que los padres consideran sus verdaderos problemas. En estas condiciones hay falta de confianza y de colaboración activa en el programa y su eficacia se reduce.
Los resultados también han demostrado las mejoras en los CI e indirectamente han confirmado que las primeras experiencias e intervenciones son importantes/positivas para un desarrollo óptimo y un aprendizaje adecuado en la educación preescolar de los niños procedentes de ambientes desfavorecidos.Sin estas oportunidades muchos niños de estos ambientes no desarrollarían plenamente sus potencial intelectual. Los efectos en el desrollo intelectual de los niños menores de seis años es positivo tanto si se interviene para hacer prevención como para poner remedio a situaciones desfavorables.
Paralelismo entre Riesgo acumulado (Rutter, 1981) y competencia acumulada o adaptabilidad intelectual. Rutter ha mostrado que los factores de riesgo individuales no se relacionan tanto con los resultados nocivos como los diversos factorees de riesgo que repercuten en un niño o familia dados.
La idea de que es posible incidir en el desarrollo del niño a través de intervenir en sus educadores ( la idea transaccional) se ha visto también confirmada aunque indirectamente, pues los resultados son menores que cuando se actúa directamente sobre el niño.
(El CI u otras pruebas de medida de la inteligencia reflejan la competencia acumulada, la adaptabilidad intelectual, la disponibilidad para el aprendizaje. Su utilización en las investigaciones sigue siendo positiva.

Rutter, M. (1981) Stress, coping and development: Some issues and questions. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 22, 323-356.)

BIBLIOGRAFIA
Justicia, M.D. (2003). Problemas de conducta en los hijos de padres en procesos judiciales de separación y divorcio. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. España.
Gaylord, N.K., Kizmann, K.M. y Lockwood, R.L. (2003). Child characteristics as modetators of the association between family stress and children´s internalising, externalizing and peer rejection. Journal of Child and family Studies, 12, 201-213.
Cantón, J., Cortés, M.R. y Justicia, M. D. (2000): Conflictos matrimoniales, divorcio y desarrollo de los hijos. Madrid. Pirámide.
Steinberg, L. y Avenevoli, S. (2000).The role of context in the development of psychopathology: A conceptual framework and some speculative propositions. Child Development, 71, 66-74.
Price, J.M. y Lento, J. ( 2001). The nature of child and adolescent vulnerability; History and definitions. En J. M. Oprice (Ed.), Vulnerability to psychopathology: Risk across lifespan (pp.20-38). New York: Guilford Press.
Baltes, P.B., Reese, H.W. y Nesselroades, J.R. (1981). Métodos de investigación en psicología evolutiva: Enfoque del ciclo vital. Madrid. Ediciones Morata.
Achenbach, T. M. ( 1990). Conceptualizaation of developmental psychopathology. En M. Miller (Ed.), Handbook of developmental psychopathology. New York: Plenum Press.
Cicchetti, D y Rogosh (2002). A developmental psychopatholy perspective on adolescence. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 70, 6-20.
Cicchetti, D. y Cohen, D. J. (Eds.). (1995a). Decelopmental psychopathology. Vol. 1: Theory y methods. New York: Wiley.
Cicchetti, D. y Cohen, D. J. (Eds.). (1995b). Decelopmental psychopathology. Vol. 2:
Risk, disorder and adaptacion. New York: Wiley.
Stroufe, L. A. y Rutter, M. (1984). The domain of developmental psychopatholy. Child Developmental, 55, 17-29.
Le Gall, D. Y Martín, C. (1987). Les families monoparentales. Evolution et traitement social. París. Les Editions ESF.

No hay comentarios: